Eficiencia: está en nuestro ADN
Esa fue la motivación que dio lugar a la creación de la primera aspiradora sin bolsa de James Dyson. La que nos impulsa a medida que vamos creciendo. Y no solo en nuestros inventos, sino también en nuestras instalaciones, nuestros trabajadores y en las comunidades de las que formamos parte.
Construimos el futuro
Los iconos de la ingeniería nos sirven de inspiración. Recientemente, abrimos un nuevo campus tecnológico en Hullavington (Wiltshire, Reino Unido).
Podríamos haber usado este espacio para construir una oficina cualquiera. Pero, en lugar de eso, estamos restaurando los hangares del antiguo aeródromo, actualizando y rediseñando su estructura original para que sean más útiles para las personas que trabajen en ellos. Justo igual que nuestras máquinas.
Reducimos el consumo de energía
Nuestro campus de Malmesbury también se ha modernizado. Y estamos aprovechando la oportunidad para reducir nuestro impacto medioambiental. Primero empezamos por nuestros restaurantes, donde sustituimos los hornillos de gas por placas de inducción (eliminando así la necesidad de contar con aire acondicionado) que funcionan con electricidad renovable al 100 %. Ese es el enfoque que aplicaremos en todas las ubicaciones de Dyson.
Cubrimos la falta de competencias
Los ingenieros se dedican a solucionar los problemas del mundo. Para abordar retos del siglo XXI como la contaminación del aire, necesitamos más ingenieros.
La fundación James Dyson es la organización benéfica de Dyson. Su misión consiste en servir de inspiración a una nueva generación de ingenieros. Ofrece ayudas económicas, material y mentorías para que los jóvenes puedan obtener experiencia práctica para aprender a solucionar problemas.
El ingeniero que hay en todos nosotros
No todos los empleados de Dyson son ingenieros, pero sí que animamos a todos los empleados a pensar como si lo fueran; a desmontar las cosas y volverlas a montar mejor.
Sea cual sea tu especialidad (marketing, atención al cliente o incluso finanzas), queremos que desafiéis las normas y abordéis las ineficiencias que otros pasan por alto.
Menos residuos, menos necesidades
Para garantizar el rendimiento de las máquinas, las sometemos a rigurosas pruebas. Una vez hechas esas pruebas una vez hechas esas pruebas, hay muchos componentes en perfecto estado que preferiríamos que no acabaran en un vertedero, así que reutilizamos algunos para otras pruebas.
Muchos se reciclan en el campus, como las carcasas de ciclones de aspiradoras que usamos como estuches. Otros se donan a organizaciones benéficas para que estas los usen en sus proyectos, fomentando así la creatividad y la pasión por la ingeniería en nuestra comunidad.
Resueltos. Incansables.
Creemos que siempre hay una forma de hacer mejor las cosas. Por eso nuestros ingenieros nunca dejan de trabajar en nuevas ideas, inmersos en nuestros centros de investigación de Wiltshire, Malasia y Singapur.
¿Nuestras instrucciones? Que solucionen los problemas que otros deciden pasar por alto. Y cuando estén preparados para compartir lo que han creado, lo proclamaremos a los cuatro vientos.