10 datos curiosos sobre el polen
El recuento y el movimiento del polen es algo que todos podemos observar. Y si eres una de las millones de personas que sufren de alergias durante la temporada de polen, entonces sabrás muy bien cuáles son sus efectos.
El polen es una sustancia persistente que causa fiebre del heno en al menos 20% de la población española. ¹ Pero a pesar de ser una molestia para muchos, este juega un papel muy importante en el ciclo de vida de las plantas. El tema del polen y las esporas, conocido como palinología, es un tema fascinante, por eso nuestros científicos de calidad del aire aquí en Dyson lo estudian.
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Guía| 21 julio, 2023
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¿Qué es el polen?
El polen es una masa de microesporas liberadas por plantas y árboles, generalmente en forma de un polvo fino. Cada grano de polen es un pequeño cuerpo formado en las estructuras masculinas de las plantas con semillas. La fertilización ocurre cuando los granos de polen son transportados por el viento, el agua o los insectos a la parte femenina de una flor.
Se libera principalmente durante los meses de primavera y verano por plantas, árboles y pastos como parte de su ciclo reproductivo. Pero también puede estar en el aire durante los meses de invierno, dependiendo del tipo de planta y el clima. Se produce en cantidades tan grandes que constituye una parte significativa de la atmósfera de la Tierra.
Y como muchos afectados saben, el polen causa rinitis estacional en los humanos, una reacción alérgica común conocida como fiebre del heno que ocurre en momentos específicos del año.
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Datos sobre el polen
Aquí hay algunos datos interesantes y sorprendentes sobre el polen:
1. El polen es diverso
Los granos de polen son diminutos, generalmente de aproximadamente 15 a 100 micrones. ² Solo podemos verlos a simple vista porque generalmente se encuentran en masa. Sin embargo, existe una gran variación en cuanto al tamaño, la forma y la textura de los granos de polen. Además, no hay correlación entre el tamaño de la planta y el tamaño del polen que produce.
La estructura de un grano de polen a menudo es tan distintiva que en algunos casos se pueden identificar especies de plantas solo por sus granos de polen. Esto se debe a que cada tipo de polen tiene sus propias características únicas.
2. El polen nos ayuda a saber sobre geología
Los granos de polen se encuentran comúnmente en sedimentos geológicos, tanto nuevos como antiguos. Esto significa que el polen fosilizado puede proporcionar información valiosa sobre el origen y la historia geológica de la vida vegetal. Los paleobiólogos pueden estudiar vegetación extinta y, a veces, esto revela evidencia sorprendente sobre la edad de las especies de plantas.
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3. Tus amigos peludos también pueden tener fiebre del heno
La fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica estacional, es una reacción alérgica que afecta a muchas personas durante ciertas estaciones del año, como la primavera o el verano.
No solo los humanos pueden sufrir de fiebre del heno, tus mascotas también pueden verse afectadas. El polen puede pegarse a tu gato o perro, por lo que después de que salgan, es útil limpiarles las patas y el pelaje. La fiebre del heno en las mascotas puede manifestarse de manera diferente a los síntomas que experimentamos los humanos, pero generalmente provoca enrojecimiento de los ojos, las orejas y las patas, rascado excesivo y cansancio.
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4. El polen se transporta de varias formas
Existen distintas estrategias que utilizan las plantas para asegurar la polinización. Algunas plantas, como los árboles, los pastos y las malas hierbas, dependen del viento y la gravedad para transportar su polen. Estas plantas producen gran cantidad de granos de polen ligeros y fáciles de desprender. Por otro lado, hay plantas que se valen del agua y de animales como aves, insectos y murciélagos para su polinización. Estas plantas han desarrollado estructuras de flores y granos de polen adaptados a los vectores que utilizan. Además, las plantas se adaptan para atraer a los polinizadores mediante características como el color, el aroma, el tamaño y estructuras especializadas, asegurando así la exitosa dispersión de sus granos de polen.
5. La calidad del aire puede afectar tu fiebre del heno
Las áreas urbanas suelen tener un menor conteo de polen en comparación con el campo, pero el polen puede mezclarse con partículas en suspensión presentes en la contaminación del aire y esto puede potenciar una respuesta alérgica. Las superficies de polen recogidas en áreas contaminadas suelen presentar materia particulada en el aire. ³
6. La temporada de polen puede durar casi todo el año
La temporada de polen generalmente se asocia con los meses de primavera y verano, pero puede comenzar tan temprano como enero y terminar tan tarde como en septiembre. Los meses en los que experimentas síntomas de fiebre del heno dependerán del tipo de polen, o polenes, a los que seas sensible.
7. El polen puede ayudar a combatir el crimen
Los estudios palinológicos que emplean muestras de polen vivo, no fosilizado, pueden resultar valiosos en investigaciones criminales. Es posible establecer conexiones entre muestras de polen provenientes de fuentes como cabello o ropa y las encontradas en el lugar de un delito. El polen puede adherirse a la ropa y otros objetos incluso después de ser lavados. Además, es útil para determinar la ubicación geográfica o el marco temporal estacional de la escena del crimen. Estas técnicas permiten obtener información forense crucial al analizar las características polínicas y su correlación con personas, lugares y eventos relacionados con el caso.
8. ¿A cuánta gente afecta la fiebre del heno?
La sustancia proteica en muchos granos de polen de ambrosía y pasto induce una reacción alérgica comúnmente conocida como fiebre del heno. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, unos 8 millones de españoles sufren alergia a pólenes y tienen síntomas durante la primavera. Siendo la fiebre de heno la más habitual, que afecta en torno al 10 y 30% de los ciudadanos españoles.
9. Las plantas coloridas no son el enemigo
Las flores y plantas brillantes y de olor fuerte pueden parecer que afectarían más a las personas con fiebre del heno. Sin embargo, en realidad son los granos de polen de plantas sin color, como árboles, pastos y malas hierbas, los que son más alergénicos. Estas plantas anemófilas transfieren su polen a través del viento. Y como este polen se produce en mayores cantidades, hay más posibilidades de que entre en tus ojos y nariz.
10. El clima puede afectar los síntomas de la fiebre del heno
El clima está estrechamente relacionado con la producción, distribución y dispersión del polen. La temperatura, el viento, la lluvia y la luz solar afectan la cantidad de polen que se produce y se dispersa. Se libera menos polen en días frescos y nublados que en días calurosos y soleados.⁴
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