Alergias al polen, todo lo que debes saber

El polen es la sustancia en polvo producida por los órganos reproductores masculinos de las flores. ¹ Se transfiere entre flores por el viento, el agua, los insectos o los animales, asegurando la reproducción de las plantas.

Los granos de polen vienen en varias formas y tamaños, midiendo entre 15 y 60 micrones de diámetro, ² lo que ayuda en su dispersión y su adhesión a los polinizadores. Algunos son lisos para la dispersión por el viento, mientras que otros tienen superficies pegajosas para la polinización por insectos. El polen desempeña un papel vital en la reproducción de las plantas, la diversidad genética y el equilibrio de los ecosistemas.

La palinología, que aborda el tema del polen y las esporas, es una fascinante área de estudio que nuestros científicos de calidad del aire en Dyson investigan con entusiasmo. A lo largo de nuestro camino de investigación, hemos descubierto una gran cantidad de datos sorprendentes sobre el polen y su impacto en el entorno.

La alergia al polen, también conocida como fiebre del heno o rinitis alérgica, es una reacción alérgica que ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona a las partículas de polen liberadas por las plantas. Cuando una persona con alergia al polen inhala polen, su sistema inmunológico lo identifica como una sustancia dañina y libera sustancias químicas, como histaminas, desencadenando síntomas alérgicos.

Las alergias al polen pueden ser desencadenadas por varios tipos de plantas. Los alérgenos de polen más comunes incluyen:

•Polen de árboles: árboles como el roble, el abedul, el cedro y el pino.

•Polen de hierba: hierbas comunes como la bermuda, la hierba timotea y la hierba azul de Kentucky.

•Polen de maleza: ambrosía, artemisa, amaranto y quinoa. 

Varios otros factores contribuyen a la prevalencia y gravedad de las alergias al polen. Estos incluyen:

Cambios estacionales: Los niveles de polen son más altos durante las temporadas de primavera y verano, cuando las plantas liberan una cantidad significativa de polen en el aire.

Ubicación geográfica: Los niveles de polen y las fechas de inicio y finalización de la polinización varían según la región y las diferentes plantas locales que afectan las alergias.

Conteo de polen en el aire: Las condiciones climáticas, los patrones de viento y los niveles de contaminación del aire pueden afectar la concentración de polen en el aire. 

Genética: La investigación sugiere que la genética juega un papel en determinar la susceptibilidad de una persona a las alergias al polen. ⁷ Si uno o ambos padres tienen alergias, existe una mayor probabilidad de que sus hijos también desarrollen alergias. ⁷

Síntomas nasales

Las alergias al polen afectan principalmente al sistema respiratorio, lo que provoca los siguientes síntomas en adultos:

• Estornudos

• Nariz congestionada o con goteo

• Ojos con picazón o llorosos

• Garganta u oídos con picazón

• Presión o dolor en los senos nasales.

Síntomas no respiratorios

En algunos casos, las alergias al polen pueden causar síntomas fuera del sistema respiratorio, como:

• Fatiga

• Dolores de cabeza

• Irritabilidad

• Trastornos del sueño

• Dificultades de concentración.

Los síntomas de las alergias al polen en los niños pueden ser muy similares a los de los adultos. La mayoría de las personas con alergias al polen las desarrollan antes de los 20 años. ⁸"

Dado que la nariz es la puerta de entrada al tracto respiratorio, las alergias al polen están asociadas con síntomas en los ojos, senos nasales, oído medio, nasofaringe y vías respiratorias inferiores. Las personas que tienen rinitis alérgica tienen un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos como el asma. Por lo tanto, el asma y la rinitis frecuentemente coexisten en las mismas personas. La mayoría de los pacientes con asma (tanto formas alérgicas como no alérgicas de la enfermedad) también tienen rinitis, mientras que del 10% al 40% de los pacientes con rinitis alérgica también tienen asma. ⁹

1. La fiebre del heno afecta a una gran parte de la población

Los granos de polen están entre los alérgenos más comunes. Las estimaciones sugieren que aproximadamente el 26% de los adultos y hasta el 15% de los niños en el Reino Unido¹⁰ sufren de rinitis alérgica.

2. Las alergias al polen tienen patrones estacionales

Diferentes plantas polinizan en diferentes épocas del año, por lo que los meses que afectan a las personas con fiebre del heno dependen del tipo de polen al que son alérgicas. Mientras que algunas personas reaccionan a un tipo de polen durante la "temporada" y luego se sienten mejor más adelante en el año, otras pueden experimentar síntomas durante todo el año debido a la exposición a diferentes alérgenos. Recomendamos utilizar un calendario de polen combinado con pronósticos de polen en tiempo real para comprender mejor los tipos de polen a los que eres sensible.

3. Los granos de polen pueden desencadenar reactividad cruzada

Ciertas proteínas en los granos de polen pueden causar reactividad cruzada, lo que lleva a alergias a alimentos relacionados. Por ejemplo, las personas alérgicas al polen de abedul también pueden experimentar reacciones alérgicas al comer manzanas, cerezas o zanahorias debido a proteínas compartidas. ¹¹

Aunque las alergias al polen pueden ser molestas, existen varias estrategias de manejo que pueden ayudar a aliviar los síntomas:

Para minimizar la exposición al polen, las personas con alergias al polen pueden tomar varias precauciones:

• Monitorear los pronósticos de polen: estar actualizado sobre los recuentos de polen y cambiar las actividades al aire libre si es necesario.

• Mantener las ventanas cerradas: utilizar aire acondicionado o un purificador de aire con enfriamiento y mantener las ventanas cerradas para evitar que entre polen en el hogar.

• Practicar una buena higiene: ducharse y cambiar de ropa después de pasar tiempo al aire libre para eliminar el polen del cuerpo y evitar que se propague en el interior.

• Reducir el polen en interiores: evitar tener flores en el hogar.

• Evitar secar la ropa al aire libre: el polen puede adherirse a sábanas y toallas, así que seca la ropa en el interior cuando el recuento de polen sea alto o cuando cortes el césped.

• Evitar puntos calientes de alergias: elige el lugar adecuado para hacer ejercicio al aire libre si tienes alergias y evita caminar o correr en espacios con césped o cerca de campos de flores en flor.

Existen varios medicamentos y tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas de las alergias al polen, incluyendo:

• Antihistamínicos: medicamentos de venta libre o con receta que bloquean la liberación de histamina y alivian los síntomas.

• Aerosoles nasales: aerosoles de corticosteroides que reducen la inflamación y congestión en las vías nasales.

Es importante consultar con tu médico de cabecera u otro profesional de la salud antes de tomar cualquier medicamento para las alergias.

Aunque es casi imposible evitar por completo el polen durante el verano, hay algunos pasos simples que puedes seguir para ayudar a manejar las alergias al polen durante la temporada de alergias, como:

• Usar el equipo adecuado: elige un sombrero de ala ancha y gafas de sol envolventes para evitar que el polen se asiente en tu cabello y entre en tus ojos.

• Aspirar pisos y superficies: aspirar regularmente, preferiblemente con un filtro de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA), ayuda a eliminar los alérgenos del polen de tu hogar.

• Encontrar la mejor ropa de cama: utilizar ropa de cama a prueba de alérgenos no solo combate los alérgenos del polen, sino también los ácaros del polvo y las bacterias.

• Eliminar el polen de las mascotas: el polen puede acumularse en tus mascotas, por lo que es una buena idea limpiar las patas de tus mascotas y mantenerlas fuera de las habitaciones.

Comprender las alergias al polen es crucial para un manejo efectivo y una mejor calidad de vida. Reconociendo los datos clave, las causas y los síntomas, las personas con alergias al polen pueden tomar medidas proactivas para reducir la exposición y ayudar a mantener bajo control esta condición común. Recuerda que es importante consultar con un profesional de la salud para obtener consejos y orientación personalizados.